¿Es posible alcanzar la plenitud?

Si hay una palabra que tiene gran significado para mí es plenitud. Incluso, cuando busco su definición en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE)  no me satisface. Según RAE la plenitud es “totalidad, integridad o cualidad de pleno”. 

Sin embargo la plenitud en mi experiencia es cuando te permites vivir y tomar decisiones en tu vida en que sientes satisfacción, mucho más que felicidad o alegría. La diferencia es que la alegría y la felicidad, al igual que la tristeza o el enojo son emociones que van y vienen, llegan y se van y son volubles, cambiantes en el transcurso de minutos y hasta de segundos. 

En cambio, la plenitud es una satisfacción, es sentir bienestar en todas las dimensiones emocionales de la vida. Es la serenidad de saber que estás viviendo de manera que no hay constantes giros, dramas, ni circunstancias que provoquen una reacción constante que altere tus emociones y sentimientos. 

Puedo decir en mi experiencia que me siento plena. Y esto ha conllevado un proceso de decisiones tomadas, introspección, momentos de soledad y de conexión conmigo y con mis emociones. Es la única manera en la que se puede mirar hacia adentro: haciendo una pausa, incluso deteniéndote para escucharte y conectar contigo. 

En ocasiones este ejercicio es retante porque estamos más ocupados, preocupados y pendiente de la vida de otros y no nos sobra tiempo para enfocarlo en nosotros. Cuando nos detenemos es porque es tanta la carga física y/o emocional y nuestra mente o nuestro cuerpo nos obliga a tomar un descanso cuando no nos podemos levantar de la cama. No debemos esperar llegar a ese extremo porque estaremos tan abrumados por nuestra salud que no le podremos prestar atención a lo que provocó esa crisis de cuerpo/mente. 

Comencé a alcanzar la plenitud cuando decidí escuchar lo que deseaba mi corazón, lo que quería mi intelecto,  lo que movía mi energía y me hacía sentir bien. 

Puse en marcha cambios importantes: de profesión, de vivienda, en mi entorno, en mi manera de relacionarme con los demás. Sentí que había mucho más para mí pero no sabía los caminos a seguir. Fue entonces que decidí consultar con una psicóloga para poder tener herramientas de autoconocimiento y para poder desenvolverme ante situaciones que la vida me traía y que estaban relacionadas con pareja, familia, amigos, allegados y desconocidos. 

¿Cómo saber si te sientes en plenitud?

Dentro de mi experiencia esto es lo que me hace sentir plena. Para cada persona puede ser diferente, estos son ejemplos que me ayudan a evaluar cómo me siento en torno al momento de mi vida en que me encuentro: 

1.Sientes bienestar personal:en la mañana despiertas sintiéndote en paz y content@ contigo mism@. Te aceptas y te amas independientemente de las situaciones externas.

2.Te rodeas de relaciones saludables: procuras estar en compañía de personas que te apoyan, te comprenden, te ayudan a crecer. Esto te brinda alegría y sentido de pertenencia. 

3.Te sientes auténtic@: no hay obligación a complir con expectativas que otros tienen de ti sino que te permites ser tú mism@. Esto te da una sensación de integridad y fidelidad a ti. 

4.Priorizas tu desarrollo personal: procuras aprender y crecer constantemente. Estableces metas personales y profesionales. Te retas a ti mism@ para alcanzar tu potencial máximo, lo que contribuye a tu plenitud emocional. 

5.Manejas tus emociones adecuadamente: visualizas tus emociones de forma  saludable. Tomas tu tiempo para sentir cómo te sientes en vez de distraerte para no sentir. Buscas cómo canalizar las emociones negativas de manera constructiva para poder tener equilibrio emocional.

6.Practicas la gratitud: sientes agradecimiento por las pequeñas cosas de la vida, valoras lo que tienes, agradeces las oportunidades, las experiencias de la vida, lo que tienes y lo que has vivido. Esto te permite sentir una gran satisfacción por lo alcanzado en tu vida. 

Cuidarte es quererte