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Sé que no he publicado blogs hace varios meses. A nivel de familia estamos atravesando una situación de retos físicos y emocionales.
En el mes de abril mi madre, una anciana de 98 años y quien tenía una vida muy activa, sufrió una caída que tuvo como consecuencia la fractura de la rótula (patela) derecha. La fractura fue aguda por lo que fue necesario someterla a cirugía para corregir la rotura porque de no hacerlo el dolor sería insoportable además de no tener probabilidad de volver a caminar.
Convencerla para que se sometiera a una cirugía tomó más de una semana y que dos médicos la hicieran repensar su negativa a someterse a un procedimiento quirúrgico. Su temor era la anestesia. Como alternativa, el cirujano ortopeda Dr. Fumero del Manatí Medical Center le realizó el procedimiento utilizando anestesia espinal.
Para reparar la rótula se realizó una osteosíntesis con tornillos. Este procedimiento se ejecuta para fijar y estabilizar la rótula y promover su sanación.
Se utilizó además terapia de células madre para promover la regeneración y reparación de los tejidos dañados, beneficiar el proceso de sanación de la rótula y acelerar el proceso de cicatrización. Al final del procedimiento se aplicó colágeno en la herida. El colágeno es una proteína para acelerar la cicatrización y la recuperación del procedimiento.
La cirugía, que fue un proceso ambulatorio, fue exitosa. Las semanas siguientes fueron de grandes retos: mi madre, que nunca había estado encamada, regresó a casa inmovilizada por un yeso que iba desde la ingle derecha hasta el tobillo. Un proceso de gran incomodidad y dolor, aunque dicho por ella, no se comparaba con el dolor que sentía los días antes de ser operada.
A nivel de familia, hubo que realizar grandes modificaciones para poder atender a mi madre 24/7.
Lo que hizo más complicada la situación fue la necesidad de mi madre de estar acompañada todo el tiempo. A nivel que la persona que estaba cuidándola no podía despegarse de la cama ni para ir al baño sin ser relevada.
Retos de los adultos mayores
Como les mencioné, mi madre tiene 98 años. Mi hermana mayor tiene 80 años y mis otras tres hermanas tienen más de 70 años. Vivimos en tiempos en los que ancianos cuidan ancianos con la dificultad de que no cuentan con la experiencia de cómo hacerse cargo de una persona encamada de una manera más sencilla y de beneficio para ambas.
Además de que ya las fuerzas no son las mismas para cambiar pañales, bañar a una persona, quitar y cambio las sábanas de cama y hacer todas las tareas sin que el paciente, en este caso mi madre, se levante del lecho. Ya en el primer mes el cansancio físico y emocional de mis hermanas era notable.
A eso se le suman los gastos médicos. Mi madre al estar inmovilizada por un yeso requería transporte en ambulancia desde y hacia el hospital para poder asistir a sus citas de seguimiento postoperatorio.
Debido a que mama fue ama de casa toda su vida y no ganó ingresos, no pagó Seguro Social y no recibe el beneficio. Solo recibe la pensión de Veteranos de mi padre, quien tampoco tuvo beneficios de Seguro Social.
Me di a la tarea de buscar algún tipo de programa que pudiese ayudar con los gastos medico-hospitalarios de mi madre. Llamé al municipio de Morovis y no había fondos que cubrieran el servicio de ama de llaves para poder darle un alivio a mis hermanas. Solicité a través de Veteranos ayuda para ella como viuda y no cualificó. El plán médico con el que cuenta tampoco incluye beneficios complementarios para este tipo de situación.
Así que mis hermanas y yo nos las hemos arreglado para darle a mi madre todo lo que necesita en los casi cuatro meses de la emergencia.
Agotamiento emocional
Cuando ocurren estas situaciones es que la unión familiar se pone a prueba. Ya este escenario dejó de ser una emergencia y se convirtió en una nueva normalidad mientras recibe la terapia física con la esperanza de que pueda caminar aunque sea con andador.
Aún está en el proceso pero no logra ponerse de pie. Su terapista físico además de darle terapia en la rodilla procura hacer terapia para todo el cuerpo para fortalecer brazos, espalda y piernas para contrarrestar el efecto de estar tantos meses encamada.
Ya se comienza a notar el cansancio en el rostro de mis hermanas. Además del agotamiento físico y mental, el estrés emocional por estar inmersas en el cuidado de nuestra madre por un tiempo prolongado ya comienza a afectar la ejecución y la toma de decisiones.
Desde la distancia, ya que continúo laborando como terapeuta durante la semana y cuido a mi madre los domingos, he estado realizando gestiones para tener una enfermera durante la noche para que mis hermanas puedan descansar y poder estar funcionales durante el día para que puedan continuar realizando tareas del hogar, atender a mi mamá, ellas atenderse y poder ir a sus citas médicas.
La enfermedad de mama nos coloca en una posición vulnerable debido a que es necesario tomar decisiones que vayan acorde con el proceso de su recuperación y rehabilitación. Hay veces que la incertidumbre ha provocado inacción y congelamiento a la hora de tomar decisiones importantes.
Primero porque no querían que una persona externa estuviese al cuidado de mi mamá, en especial en la noche. Luego de casi dos meses de negociaciones en especial con mi hermana mayor, finalmente accedió a que una enfermera cuidadora nos ayudara con mama durante la noche. Y la decisión la tomó porque ya no podía más con el agotamiento que sentía.
Aún continuamos tomando decisiones importantes para darle una mejor calidad de vida a mi madre.
Afortunadamente, poder contar con mi psicóloga me ha brindado herramientas para ayudar efectivamente en la solución de conflictos.
Es en estas situaciones que la madurez emocional de una persona se pone a prueba. Porque se puede tener estudios universitarios y muchos éxitos académicos, y eso no es sinónimo que la persona esté preparada para enfrentar la adversidad sin quebrarse ni llevarse consigo al resto de las personas afectadas. Es por eso que necesitamos tener herramientas que nos ayuden a mantenernos a flote en términos emocionales.
5 pasos para manejar la adversidad cuando se cuida a un adulto mayor:
1. Crea una red de apoyo interna
Fuente: American Geriatrics Society (AGS), National Institute on Aging (NIA) y Family Caregiver Alliance (FCA).
Cuidarte es quererte
Les cuento que hace casi un año visito un médico fisiatra que practica la medicina funcional y regenerativa, mejor conocida como anti-aging.
En el mes del corazón y de la salud cardiovascular quiero compartir con ustedes dos situaciones que me condujeron a la sala de emergencias pensando que se trataba de un ataque cardiaco. Afortunadamente mi corazón se encontraba y se encuentra bien, aunque pasé tremendo susto.
Yami Otero
September 03, 2024
Muchas gracias Celis, abrazos