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Hace algún tiempo escribí un blog en el que les compartí mi experiencia cuando dejé de tomar café. De eso han pasado 5 años y aun no he vuelto a tomarlo. El cambio en mi cuerpo fue increíble: la piel del rostro se volvió radiante, la inflamación en las articulaciones desapareció, así como el estreñimiento. Fue un efecto positivo increíble que se ha mantenido hasta ahora.
Para mi sorpresa, hace unos días, recibí un mensaje de voz de Ana Lucy, una señora que leyó la versión del blog de mi divorcio del café en la revista Buena Vida.
En su mensaje de voz, Ana Lucy me indicó que también abandonó el consumo de café. Su decisión fue luego de haberse contagiado y recuperado del COVID-19. Resulta que perdió el sentido del gusto y del olfato. Al eso sucederle, me compartió que ya no sentía deseos de tomar café.
Me dijo además que se sentía desinflamada, sin malestar estomacal y podía dormir en las noches, cosa que antes le daba mucha dificultad.
La felicité por su decisión, pregunté cómo se sentía al dejarlo. Su respuesta fue que estaba tranquila, que no sintió dolor de cabeza ni ningún otro síntoma.
También me compartió que aprovecharía para continuar revisando sus hábitos alimentarios para mejorar su nutrición y su estilo de vida.
Reconozco que el tema del café suele exacerbar emociones. Cuando voy a un lugar y me preguntan si quiero café y digo, no gracias, no tomo café. Lo primero que me dicen es que tú no tomas caféeeeee? Les digo, “no, lo dejé hace años”. Y de ahí el rosario de respuestas “no sé cómo puedes estar sin tomar café”, o sino, me dicen, “intenté pero no pude” y comienzan a surgir las confesiones.
La razón por la que dejé la aromática bebida era porque tomaba de 4 a 5 tazas 5 días por semana, cuando laboraba en una sala de redacción. Demasiada cafeína, mucho azúcar y harinas refinadas me exacerbaron condiciones de salud que mantenían con dolores constantes.
En especial el café colado mediante cedazo de papel tiende a ser particularmente mayor causa de aumento en el colesterol y en la inflamación. Esto según un estudio de la revista Nutrition de la edición del Junio-Julio de 2013. En el estudio, midieron el consumo moderado de café colado con filtro en un grupo de personas saludables que ingería entre a 3 a 4 tazas de café diariamente.
El resumen del estudio indica que el consumo de café que se ha colado mediante filtro puede tener efectos no deseados en los biomarcadores de colesterol e inflamación en individuos, esto sin importar las propiedades antioxidantes de café.
Recuerden que lo bueno agrada y lo mucho enfada, como bien dice un refrán. Tomarte una taza al día puede ser hasta saludable por los antioxidantes, pero cuando uno se excede es cuando la buena salud comienza a comprometerse.
En el mes del corazón y de la salud cardiovascular quiero compartir con ustedes dos situaciones que me condujeron a la sala de emergencias pensando que se trataba de un ataque cardiaco. Afortunadamente mi corazón se encontraba y se encuentra bien, aunque pasé tremendo susto.
Si hay una palabra que tiene gran significado para mí es plenitud. Incluso, cuando busco su definición en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) no me satisface. Según RAE la plenitud es “totalidad, integridad o cualidad de pleno”.