Celebro un año más de vivencias, experiencias y oportunidades

Noviembre es especial para mí por ser la fecha de mi cumpleaños. El día de mi natalicio y si no trabajo, me gusta estar tranquila, en mi hogar, conmigo, sintiendo esa oportunidad de continuar mi existencia, en agradecimiento por lo vivido, por lo que tengo, por lo que tuve, por lo que no se dio y por lo que vendrá. 

Si trabajo disfruto el día y pospongo la celebración para un día destinado a estar conmigo. 

Cada día es una oportunidad para conocerme, para sentirme y entenderme. Con el tiempo he aprendido a valorar las pequeñas cosas de las que se compone la vida, de las que me siento agradecida y de las oportunidades que llegaron cuando ya había dejado de pensar en ellas y de que fueran posible. 

Quiero dar gracias a la vida y al Universo por mis padres que dieron todo de sí para que todos estuviéramos encaminandos, por que fuéramos personas respetuosas, responsables, trabajadoras y de bien. A mis hermanos y hermanas por acompañarme en el camino y por siempre velar por mí sin importar la edad que tenga. Siempre seré su “hermanita”. Amo a mi familia con todo mi corazón y con todas mis fuerzas. A mis sobrinos y sobrinas, porque nos llevamos tan poco tiempo de diferencia que me permitieron acercarme más y poder disfrutar de su adolescencia y su adultez temprana. 

Agradezco a mis amig@s de la infancia porque a pesar del tiempo y de la distancia han estado desde primaria hasta verlos convertirse en padres de adultos y que me permitan formar parte de la vida de ellos y de sus hijos. 

Por los amigos que han surgido en mi adultez, a través de los diferentes empleos, de la danza; porque los  llegaron y se quedaron y por los que  vinieron y se fueron y de todos ellos aprendí algo. 

Doy las gracias por mis estudiantes que sin importar el tiempo que ha pasado, siempre me recuerdan y se comunican conmigo siempre que pueden, con mucho respeto y cariño. Y eso para mí, significa muchísimo y lo aprecio de todo corazón. 

También me siento bendecida por mis clientes, por confiar  en mi trabajo por años. He visto crecer a sus hijos desde bebés. He tenido el privilegio de atender a sus retoños y ver cómo se convierten en adolescentes extraordinarios. 

Y te doy gracias a ti por leerme. Porque en algún momento nuestros caminos se cruzaron ya sea en persona o en el ciberespacio. 

Continuaré celebrando mi existencia  cada año, mes, semana, día, hora, minuto y segundo. 

Cuidarte es quererte