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¿Te ha pasado que en ocasiones te preguntas si eres demasiado buen@? ¿Tienes fama de ser “muy buen@”?
La bondad es una cualidad innata que tenemos los seres humanos. Nacemos con la virtud de hacer el bien por naturaleza.
Es el acto de hacer lo mejor para otra persona, ser viviente o hacia nosotros mismos. En ocasiones practicar la bondad puede hacernos cuestionar si vamos más allá al punto de hacernos daño.
Desde mi experiencia, cuando una persona es “muy buena” es porque suele complacer a otras personas, les ayuda desinteresadamente y procura su bien.
Profundizando más sobre el tema, el psicólogo Roberto Alamo, colaborador de lamenteesmaravillosa.com presenta su punto de vista. Y es que según él experto no existen personas buenas o malas. Lo que existe son conductas que pueden simplificarse como “buenas” o “malas”.
Aunque lo vemos como algo simplista, fácil de catalogar, y no lo es, lo cierto es que las conductas dependen de factores diversos como cultura, religión, experiencias de vida, costumbres, ambiente familiar.
¿Qué hace falta para ser buena persona? La tendencia se traduce en realizar acciones que no generen daño o que supongan un beneficio directo o indirecto para alguien.El problema viene cuando esta tendencia se convierte en algo cercano a una obsesión de querer ser buenos todo el tiempo, aun cuando las circunstancias individuales no permitan realizar acciones de bondad por otras prioridades.
Y es que como seres humanos en algún momento de nuestras vidas puede que hayamos hecho daño a alguien sin quererlo. Cuando ocurre nos sentimos fatal, nos mortifica y en ocasiones nos cuesta perdonarnos.
Pienso que lo importante es actuar de acuerdo con nuestros sentimientos, estar en contacto con nosotros mismos y preguntarnos por qué deseamos hacer ese acto de bondad, si es para ayudar genuinamente a otra persona o para utilizarlo para nuestro beneficio.
Creo que una de las sensaciones más gratificantes es cuando con nuestras capacidades podemos ayudar a otras personas desinteresadamente. Propicia un sentimiento de satisfacción porque la persona que recibe se siente bien y nosotros nos sentimos bien por ayudarle.
A continuación te comparto 8 beneficios de practicar la bondad según la Dra. Susan Krauss de la revistaPsychology Today
El deseo de crecer como persona: tener motivación para cuidar a los demás ofrece una conexión mayor con el Universo, Dios o la Divinidad.
Contentamiento: aceptar lo que la vida es y lo que nos trae
Inversión en las relaciones: motivarnos para desarrollar y mantener buenas relaciones con los demás
Trabajo en equipo: es la capacidad de interactuar con otros en armonía independiente de las tareas o responsabilidades que tenga.
Inversión en el trabajo: poner manos a la obra, ejecutar en lugar de solo hablar.
Menor énfasis en los resultados:priorizar el bien común sin concentrarse o enfocarse en los éxitos personales.
Respeto de las normas sociales: la tendencia de actuar a tono con las reglas de convivencia social.
Integración social: la tendencia de interactuar mejor con otras personas y evitar comportamiento antisocial o retraído.
Ser una buena persona nos eleva, nos hace sentir bien y podemos ayudar a los demás desinteresadamente, es un gran valor que tenemos los seres humanos. No cuesta nada serlo y nos llena de muchas satisfacciones.
Cuidarte es quererte
Les cuento que hace casi un año visito un médico fisiatra que practica la medicina funcional y regenerativa, mejor conocida como anti-aging.
En el mes de abril mi madre, una anciana de 98 años y quien tenía una vida muy activa, sufrió una caída que tuvo como consecuencia la fractura de la rótula (patela) derecha.
