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La vida nos trae personas a nuestro entorno de maneras insospechadas.
Así llegó a mi vida el doctor Juan Alicea. Un ser humano excepcional, comprometido con el servicio a los demás. Hombre de mucha vida, una energía increíble y una alegría contagiosa.
Conocí al doctor Alicea por una de mis clientas. Me habló de su práctica como médico de familia que combinaba con medicina tradicional china, realizando tratamientos extraordinarios y de gran beneficio para sus pacientes.
Debido a que teníamos pacientes/clientes en común, mis clientas le hablaban de mis terapias. El podía notar la mejoría de mis clientas con las terapias y el doctor comenzó a referirme a sus pacientes, sin conocerme, sin haber conversado por teléfono tan siquiera. A mi práctica continuaron llegando nuevas clientas referidas por el doctor.
Un día pedí el número de teléfono del doctor a una de mis clientas e inmediatamente decidí llamarlo para agradecerle los referidos de sus pacientes, además de obsequiarle una terapia de cortesía en agradecimiento a todas las recomendaciones que de él había recibido.
Cuando lo llamé su voz reflejaba energía, vitalidad y gran entusiasmo, característico de las personas que sienten un gran gusto por la vida.
Conversamos y accedió con alegría a recibir la terapia. Desde el momento en que nos conocimos decidí que el Dr. Alicea podría ser un gran mentor que me guiaría por los caminos de la salud y la sanación.
Luego de la terapia me interesé mucho por sus tratamientos y coordiné una cita para que me evaluara y atendiera.
El Dr. Alicea tiene una historia de vida extraordinaria: fue diagnosticado con mieloma hace más de 20 años. Se sometió a quimioterapia, a todos los protocolos de medicina moderna existentes para combatir la enfermedad, incluso trasplante de médula ósea. Tras haber finalizado sus tratamientos en Puerto Rico, decide viajar a Beijing China para someterse a tratamiento de medicina tradicional china.
El tratamiento de medicina tradicional china consiste en acupuntura, tuina (masaje médico chino) moxibustión, una especie de tabaco que contiene en su interior una hierba medicinal de nombre artemisia vulgaris, se utiliza para dar calor en los puntos de acupuntura, suplementos de hierbas, gua-sha, una técnica en la que se utiliza un instrumento para friccionar la piel para aumentar la circulación sanguínea y nivelar los niveles de energía; uso de ventosas para estimular la circulación sanguínea y la energía, y por último suplementos herbarios.
El médico se sometió al tratamiento con éxito y se mantuvo en remisión. El cáncer no volvió.
Esto lo motivó a estudiar medicina tradicional china en Beijing y regresar a Puerto Rico para incluirla en su práctica, teniendo extraordinarios resultados en sus clientes, entre ellos me incluyo.
En una ocasión, el Dr. Alicea me envió una nota con una de mis clientas a quien también atendía como su paciente. En la nota contenía una información que indicaba un tratamiento a practicar en la espalda de la clienta. Se trataba de los puntos Shu dorsales. Son puntos energéticos que conectan con los órganos internos y a su vez con las emociones.
Al finalizar la terapia lo llamé y le pedí que me explicara lo que me había enviado. Se rió y su respuesta fue “sabía que llamaría tu atención”. Entonces me propuso enseñarme fundamentos de la medicina tradicional china aplicados al masaje terapéutico. Mi respuesta: cuándo empezamos”?
Así comenzó mi formación para visualizar la salud desde el punto de vista asiático, cómo las emociones, los estilos de vida, los factores climatológicos y genéticos pueden afectar nuestra salud.
Por 12 meses aprendí sobre los cinco movimientos, cómo estos están acoplados a órganos internos, estos a vísceras y a su vez el tipo de emociones que los afecta. Además, aprendí el uso de la moxibustión y del tuina o masaje médico chino para recuperar el balance energético en el cuerpo. Y lo más interesante: aprendí cómo utilizar la máquina manual de terapia láser en los puntos de acupuntura de las líneas energéticas. ¡Extraordinario!
El doctor Alicea me ayudó a conocer cómo mejorar mi salud a través de sus terapias y cuidado en casa. Cuando enfermé de Covid-19, él creó un protocolo que en cinco días cortó los síntomas desagradables. Por el tiempo que estuve convaleciente en mi hogar el doctor me llamó cada día por Facetime para evaluar mi progreso y preguntar cómo me sentía. Un cuidado de la salud que consideré un lujo en tiempos pandémicos.
Los cuidados, atenciones, enseñanzas, aprendizaje y cómo ser mejor ser humano guiado por la empatía, el amor a servir y la compasión fueron su mayor lección de vida. El 10 de febrero, tras complicaciones de salud luego de haber sido sometido a un procedimiento quirúrgico, abandonó su cuerpo quien fuera mi médico, mi profesor y mi mentor.
Admito que no contaba con que su presencia física se fuera tan pronto. Deja un vacío muy grande. Me consuela que el trabajo que realizamos juntos quedó plasmado en un manual que su intención era llamarlo Fundamentos de la Medicina Tradicional China Aplicados al Masaje Terapéutico.
Cada vez que recuerdo al doctor Alicea lo que me viene a la mente son sus palabras cuando se despedía de mí “Dios me la cuide”.
De Alicea también aprendí mucho mediante su frase favorita “si no te mueves, el Universo te empuja”. Esa frase me ha dado tanta fuerza que en muchas ocasiones me ha sacado de la zona cómoda y me ha llevado a lugares positivamente insospechados.
Hasta siempre doctor, por todo lo compartido, vivido y aprendido le doy Gracias, Gracias, Gracias.
Les cuento que hace casi un año visito un médico fisiatra que practica la medicina funcional y regenerativa, mejor conocida como anti-aging.
En el mes de abril mi madre, una anciana de 98 años y quien tenía una vida muy activa, sufrió una caída que tuvo como consecuencia la fractura de la rótula (patela) derecha.
